La hibernación

¿Qué es la hibernación?


La hibernación es un estado de letargo. La temperatura corporal y la actividad metabólica de las ardillas descienden hasta un punto tal que el animal puede sobrevivir durante los meses de invierno con un consumo de energía muy bajo. Las ardillas en cautividad también siguen realizando este periodo de largo descanso. Que nuestra ardilla hiberne o no, no depende de nosotros, es ella la que elegirá. En principio, la hibernación puede durar desde octubre hasta marzo, pero no todas las ardillas hibernan del mismo modo. Algunas duermen profundamente durante 10 días, se despierta para comer y vuelven a dormir. Otras duermen a intervalos de dos o tres días y comen entre dichos intervalos. También hay algunas que necesitan dormir mucho más y apenas pasan 4 horas al día despiertas. La hibernación de la ardilla puede variar a lo largo de su vida, cuando llegan a una edad avanzada suelen dormir bastante más.

Es muy importante no despertar a una ardilla que este hibernando, ya que puede morir a causa de un colapso cardiovascular. Si durante el invierno encuentra alguna vez a su ardilla inmóvil y fría en un lugar inhabitual de la jaula no la des calor, ni le reanimes. Es normal que durante este periodo parezcan estar muertas.

Aunque el animal este hibernando, debes cambiarle a diario el agua y la comida. El nido no se debe tocar salvo que haya guardado trozos de fruta, entonces retiraremos la comida en mal estado con mucho cuidado. Si encuentras dentro del nido otro tipo de alimentos que no se pueden poner en mal estado, no los retires, ya que puede reaccionar de forma negativa. También limpiaremos el rincón donde la ardilla hace sus necesidades.

¡Mi ardilla está agresiva!


Los primeros indicios de que la ardilla se prepara para el invierno son los cambios de carácter que puede presentar a partir del mes de agosto. Veremos cómo acumula provisiones de alimentos y cualquier material de la jaula que le sirva para prepararse un nido cómodo. Todas estas cosas ella las defenderá con agresividad. Aunque nuestra ardilla sea muy mansa y domestica, en este periodo puede volverse agresiva y es capaz de mordernos agresivamente.

Para evitar mordiscos mientras la ardilla esta suelta o cuando le limpiamos la jaula (que lo haremos por la noche mientras ella duerme), es importante usar guantes, ropa cerrada, zapatos y gafas protectoras. Algunas ardillas retroceden si nos ponemos crema para las manos muy aromática, pero no todas lo hacen, así que lo mejor son los consejos citados antes.

Si tu ardilla se ha vuelto demasiado agresiva, es mejor que durante este periodo no la sueltes por la casa.